
El revolucionario de origen argentino Ernesto Che Guevara (1928-1967) terminó su vida breve e intensa de treinta y nueve años el 9 de octubre de 1967, cuando fue ejecutado un día después de ser capturado por el ejército boliviano en la selva. El anuncio de las autoridades bolivianas de que, tras ser capturado herido, había muerto al día siguiente, generó inmediatamente sospechas de una ejecución sumaria por parte de las autoridades militares, y desató controversias como la presunta participación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos y la manipulación del cadáver. La foto de su cuerpo, divulgada por las autoridades bolivianas, que fue vista como la imagen de un sublime mártir, causó una profunda impresión en el público y se convirtió en el punto de inflexión que culminó en la consolidación de su muerte como un "mito" que simboliza el ideal de la revolución.
De Camarada Revolucionario a Luchador Internacional
Guevara, médico de profesión, eligió el camino del revolucionario tras viajar por Latinoamérica y presenciar la pobreza de los pueblos y la tiranía del imperialismo. En 1955, conoció a Fidel Castro en México, se unió a la Revolución Cubana y desempeñó un papel crucial en el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista en 1959, emergiendo como un héroe de la revolución. Tras el éxito de la revolución, ocupó cargos como presidente del Banco Nacional de Cuba y ministro de Industria, impulsando una economía de planificación dirigida por el Estado. En particular, en 1961, anunció un plan industrial a gran escala para nacionalizar los principales medios de producción, afirmando que "la clase media cubana se ha exiliado o ha regresado como invasora, renunciando a la propiedad privada de las empresas". Sin embargo, no se conformó con una posición estable en Cuba. En un discurso en Argelia en enero de 1965, criticó la relación con la Unión Soviética, señalando que "algunos países socialistas están explotando como si fueran países imperialistas", lo que lo llevó a un conflicto con la línea comunista centrada en la URSS. Con la determinación de continuar la revolución internacional, abandonó Cuba. En octubre de ese mismo año, el primer ministro Castro anunció oficialmente que Guevara se había marchado "para llevar a cabo la revolución en otros lugares".
Fracaso en el Congo, el Fin en Bolivia
Tras su partida de Cuba, su paradero fue desconocido por un tiempo, aunque intentó una guerra de guerrillas en la República Democrática del Congo en África, que fracasó. Posteriormente, se infiltró en Bolivia en 1966 y reanudó las actividades guerrilleras contra el régimen militar. Aunque intentó encender la llama de la revolución utilizando las zonas montañosas bolivianas como base, se vio aislado debido a la falta de apoyo local y a la implacable persecución del ejército boliviano, que contaba con el respaldo de la CIA de EE. UU. Finalmente, el 8 de octubre de 1967, fue capturado tras resultar herido en la pierna durante un combate, y fue ejecutado al día siguiente, el 9 de octubre, en un edificio escolar en el pueblo de La Higuera. El soldado boliviano que ejecutó la orden en ese momento relató que Guevara le dijo: "Cálmese y apunte bien. Va a matar a un hombre", atestiguando así su sereno final. Aunque las autoridades bolivianas divulgaron el cuerpo de Guevara, esto, contrariamente a su intención de denigrarlo, grabó su imagen como un mártir revolucionario. Sus restos fueron finalmente exhumados en 1997 y sepultados en Santa Clara, Cuba.
La Paradójica Comercialización del Ícono Antiliberal
Guevara es valorado como un revolucionario idealista que se dedicó desinteresadamente a una causa noble bajo el lema "Patria o Muerte", convirtiéndose en un símbolo de resistencia a nivel mundial. Su biografía se convirtió en un éxito de ventas global, y su icónica fotografía con boina se estampó en camisetas, carteles y productos en todo el mundo, generando la paradoja de convertirse en un producto del capitalismo global. La persona que dedicó su vida a la lucha anticapitalista se convirtió en el ícono comercializado con más éxito a través de la lógica del capital. Su imagen ha llegado a ser modelo para relojes de lujo e incluso material para películas de Hollywood. Aunque esto está lejos del ideal que él promovía, permanece como una inextinguible chispa de revolución que, trascendiendo tiempo y espacio, continúa inspirando a innumerables jóvenes y artistas hasta el día de hoy.
El revolucionario de origen argentino Ernesto Che Guevara (1928-1967) terminó su vida breve e intensa de treinta y nueve años el 9 de octubre de 1967, cuando fue ejecutado un día después de ser capturado por el ejército boliviano en la selva. El anuncio de las autoridades bolivianas de que, tras ser capturado herido, había muerto al día siguiente, generó inmediatamente sospechas de una ejecución sumaria por parte de las autoridades militares, y desató controversias como la presunta participación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos y la manipulación del cadáver. La foto de su cuerpo, divulgada por las autoridades bolivianas, que fue vista como la imagen de un sublime mártir, causó una profunda impresión en el público y se convirtió en el punto de inflexión que culminó en la consolidación de su muerte como un "mito" que simboliza el ideal de la revolución.
De Camarada Revolucionario a Luchador Internacional
Guevara, médico de profesión, eligió el camino del revolucionario tras viajar por Latinoamérica y presenciar la pobreza de los pueblos y la tiranía del imperialismo. En 1955, conoció a Fidel Castro en México, se unió a la Revolución Cubana y desempeñó un papel crucial en el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista en 1959, emergiendo como un héroe de la revolución. Tras el éxito de la revolución, ocupó cargos como presidente del Banco Nacional de Cuba y ministro de Industria, impulsando una economía de planificación dirigida por el Estado. En particular, en 1961, anunció un plan industrial a gran escala para nacionalizar los principales medios de producción, afirmando que "la clase media cubana se ha exiliado o ha regresado como invasora, renunciando a la propiedad privada de las empresas". Sin embargo, no se conformó con una posición estable en Cuba. En un discurso en Argelia en enero de 1965, criticó la relación con la Unión Soviética, señalando que "algunos países socialistas están explotando como si fueran países imperialistas", lo que lo llevó a un conflicto con la línea comunista centrada en la URSS. Con la determinación de continuar la revolución internacional, abandonó Cuba. En octubre de ese mismo año, el primer ministro Castro anunció oficialmente que Guevara se había marchado "para llevar a cabo la revolución en otros lugares".
Fracaso en el Congo, el Fin en Bolivia
Tras su partida de Cuba, su paradero fue desconocido por un tiempo, aunque intentó una guerra de guerrillas en la República Democrática del Congo en África, que fracasó. Posteriormente, se infiltró en Bolivia en 1966 y reanudó las actividades guerrilleras contra el régimen militar. Aunque intentó encender la llama de la revolución utilizando las zonas montañosas bolivianas como base, se vio aislado debido a la falta de apoyo local y a la implacable persecución del ejército boliviano, que contaba con el respaldo de la CIA de EE. UU. Finalmente, el 8 de octubre de 1967, fue capturado tras resultar herido en la pierna durante un combate, y fue ejecutado al día siguiente, el 9 de octubre, en un edificio escolar en el pueblo de La Higuera. El soldado boliviano que ejecutó la orden en ese momento relató que Guevara le dijo: "Cálmese y apunte bien. Va a matar a un hombre", atestiguando así su sereno final. Aunque las autoridades bolivianas divulgaron el cuerpo de Guevara, esto, contrariamente a su intención de denigrarlo, grabó su imagen como un mártir revolucionario. Sus restos fueron finalmente exhumados en 1997 y sepultados en Santa Clara, Cuba.
La Paradójica Comercialización del Ícono Antiliberal
Guevara es valorado como un revolucionario idealista que se dedicó desinteresadamente a una causa noble bajo el lema "Patria o Muerte", convirtiéndose en un símbolo de resistencia a nivel mundial. Su biografía se convirtió en un éxito de ventas global, y su icónica fotografía con boina se estampó en camisetas, carteles y productos en todo el mundo, generando la paradoja de convertirse en un producto del capitalismo global. La persona que dedicó su vida a la lucha anticapitalista se convirtió en el ícono comercializado con más éxito a través de la lógica del capital. Su imagen ha llegado a ser modelo para relojes de lujo e incluso material para películas de Hollywood. Aunque esto está lejos del ideal que él promovía, permanece como una inextinguible chispa de revolución que, trascendiendo tiempo y espacio, continúa inspirando a innumerables jóvenes y artistas hasta el día de hoy.