
La reciente situación en Medio Oriente ha atraído la atención mundial debido a la escalada de tensiones entre Israel e Irán. El analista internacional Jorge Codas Thompson ha analizado varios escenarios posibles de este conflicto y sus implicaciones geopolíticas, expresando particular preocupación por la posibilidad de una escalada a una guerra regional a gran escala. Hasta ahora, la posibilidad de un conflicto terrestre directo entre ambos países es baja, pero los expertos coinciden en que existen variables impredecibles y una prolongada guerra de desgaste.
Posibilidad de Guerra de Desgaste en lugar de Conflicto Terrestre Directo
Codas Thompson diagnostica que una invasión terrestre directa es prácticamente imposible, dado que Israel e Irán no comparten frontera. En cambio, considera que el conflicto entre ambos países probablemente se desarrollará como una guerra de desgaste centrada en ataques aéreos y con misiles. Se espera que Israel intente atacar con precisión las instalaciones nucleares y la infraestructura militar de Irán, mientras que Irán respondería con ataques de misiles, infligiéndose mutuamente daños.
La evaluación de la capacidad militar de Irán también es notable. Codas Thompson señala que Irán se encuentra militarmente debilitado y predice que Irán podría llevar a cabo un ataque a gran escala para luego aceptar un llamado al alto el fuego de la comunidad internacional y presentarlo como una "victoria". Explica que esto sería simplemente una retirada táctica disfrazada de una derrota real. Además, el hecho de que el liderazgo iraní sea consciente de que su pueblo no apoya una guerra a largo plazo refuerza este escenario. Las dificultades económicas internas y la inestabilidad social en Irán podrían dificultar que el régimen sostenga un enfrentamiento militar prolongado.
Además, se plantea como escenario posible un estancamiento a largo plazo con ataques y represalias esporádicas sin una solución clara. El conflicto podría persistir indefinidamente, sin que ninguna de las partes logre una victoria completa y sin que los esfuerzos de mediación de la comunidad internacional den frutos.
Reducción del Papel de Hezbolá y Hamás
La evaluación de Codas Thompson sobre el papel de Hezbolá y Hamás, que en el pasado fueron considerados representantes de Irán en la región, es algo escéptica. Analiza que Hezbolá ha sufrido daños significativos y su capacidad ofensiva se ha debilitado considerablemente, y que Hamás, aunque sigue activo en la Franja de Gaza, no tiene capacidad para llevar a cabo operaciones en otras regiones. Esto implica que a Irán le resultaría difícil llevar a cabo una guerra de poder a gran escala a través de estos grupos, lo que podría limitar aún más las opciones militares de Irán.
Sin embargo, sigue existiendo la posibilidad de que Irán ejerza presión indirecta a través de otras milicias proiraníes activas en Irak, Siria y Yemen. Estas fuerzas podrían llevar a cabo actos de terrorismo o sabotaje dirigidos a intereses israelíes o estadounidenses, avivando así las llamas del conflicto.
Riesgo de Escalada a Guerra Total y Crisis Energética
El escenario más preocupante es la escalada del conflicto a una guerra regional a gran escala. Codas Thompson advierte que si Irán ataca directamente los intereses de Estados Unidos, como bases militares, embajadas o instalaciones petroleras en la región, Estados Unidos se vería obligado a intervenir. Esto podría tener consecuencias devastadoras para Irán. Estados Unidos posee una poderosa fuerza militar capaz de destruir incluso los búnkeres subterráneos de Irán, y en general se considera que Irán carece de sistemas de armas capaces de igualar esa capacidad. La intervención directa de Estados Unidos tendría repercusiones internacionales que irían más allá de la región de Medio Oriente.
Otra amenaza grave es la posibilidad de que Irán bloquee el Estrecho de Ormuz. Codas Thompson enfatiza que si Irán bloquea este estrecho, por el cual transita aproximadamente el 35% del petróleo transportado por mar a nivel mundial, se produciría un impacto económico global inmediato. Dado que no hay fuentes de suministro que puedan reemplazar esta enorme cantidad de petróleo a corto plazo, los precios del petróleo se dispararían y la economía mundial se vería sumida en un caos severo. En el pasado, Irán ha amenazado con bloquear el Estrecho de Ormuz para presionar a la comunidad internacional, y si se llevara a cabo un bloqueo real, se consideraría una amenaza para la seguridad de toda la comunidad internacional.
Capacidad Militar Limitada de Irán y la Variable del Desarrollo Nuclear
La evaluación de la fuerza de misiles de Irán también es un punto a considerar. Codas Thompson estima que Irán, que el año pasado tenía alrededor de 5.000 misiles balísticos, ahora solo le quedan entre 2.000 y 3.000, y si lanzara 100 por día, solo duraría unas pocas semanas. Esto sugiere que la resistencia militar de Irán podría ser más corta de lo esperado. El envejecimiento del equipo militar de Irán y las dificultades para obtener piezas debido a las sanciones occidentales también se señalan como limitaciones de la capacidad del ejército iraní.
Sin embargo, la mayor incógnita es el programa nuclear de Irán. Si Irán logra desarrollar armas nucleares o demuestra una intención más abierta de hacerlo, esto sería una variable que podría cambiar completamente la situación. Israel considera el armamento nuclear de Irán como una "línea roja" y mantiene su postura de no dudar en tomar acciones militares para impedirlo. El desarrollo nuclear de Irán provocaría una intervención más fuerte de países occidentales como Estados Unidos y Europa, lo que amplificaría el riesgo de proliferación nuclear a nivel mundial, más allá de Medio Oriente.
En resumen, el conflicto entre Israel e Irán sigue siendo una situación de gran incertidumbre. Los pequeños enfrentamientos podrían prolongarse o escalar a una guerra regional a gran escala debido a variables impredecibles. En este último caso, se producirían enormes pérdidas económicas y humanas, incluida una crisis energética, lo que tendría un grave impacto en la seguridad y la economía globales. La comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos diplomáticos para evitar que este conflicto se extienda aún más.
La reciente situación en Medio Oriente ha atraído la atención mundial debido a la escalada de tensiones entre Israel e Irán. El analista internacional Jorge Codas Thompson ha analizado varios escenarios posibles de este conflicto y sus implicaciones geopolíticas, expresando particular preocupación por la posibilidad de una escalada a una guerra regional a gran escala. Hasta ahora, la posibilidad de un conflicto terrestre directo entre ambos países es baja, pero los expertos coinciden en que existen variables impredecibles y una prolongada guerra de desgaste.
Posibilidad de Guerra de Desgaste en lugar de Conflicto Terrestre Directo
Codas Thompson diagnostica que una invasión terrestre directa es prácticamente imposible, dado que Israel e Irán no comparten frontera. En cambio, considera que el conflicto entre ambos países probablemente se desarrollará como una guerra de desgaste centrada en ataques aéreos y con misiles. Se espera que Israel intente atacar con precisión las instalaciones nucleares y la infraestructura militar de Irán, mientras que Irán respondería con ataques de misiles, infligiéndose mutuamente daños.
La evaluación de la capacidad militar de Irán también es notable. Codas Thompson señala que Irán se encuentra militarmente debilitado y predice que Irán podría llevar a cabo un ataque a gran escala para luego aceptar un llamado al alto el fuego de la comunidad internacional y presentarlo como una "victoria". Explica que esto sería simplemente una retirada táctica disfrazada de una derrota real. Además, el hecho de que el liderazgo iraní sea consciente de que su pueblo no apoya una guerra a largo plazo refuerza este escenario. Las dificultades económicas internas y la inestabilidad social en Irán podrían dificultar que el régimen sostenga un enfrentamiento militar prolongado.
Además, se plantea como escenario posible un estancamiento a largo plazo con ataques y represalias esporádicas sin una solución clara. El conflicto podría persistir indefinidamente, sin que ninguna de las partes logre una victoria completa y sin que los esfuerzos de mediación de la comunidad internacional den frutos.
Reducción del Papel de Hezbolá y Hamás
La evaluación de Codas Thompson sobre el papel de Hezbolá y Hamás, que en el pasado fueron considerados representantes de Irán en la región, es algo escéptica. Analiza que Hezbolá ha sufrido daños significativos y su capacidad ofensiva se ha debilitado considerablemente, y que Hamás, aunque sigue activo en la Franja de Gaza, no tiene capacidad para llevar a cabo operaciones en otras regiones. Esto implica que a Irán le resultaría difícil llevar a cabo una guerra de poder a gran escala a través de estos grupos, lo que podría limitar aún más las opciones militares de Irán.
Sin embargo, sigue existiendo la posibilidad de que Irán ejerza presión indirecta a través de otras milicias proiraníes activas en Irak, Siria y Yemen. Estas fuerzas podrían llevar a cabo actos de terrorismo o sabotaje dirigidos a intereses israelíes o estadounidenses, avivando así las llamas del conflicto.
Riesgo de Escalada a Guerra Total y Crisis Energética
El escenario más preocupante es la escalada del conflicto a una guerra regional a gran escala. Codas Thompson advierte que si Irán ataca directamente los intereses de Estados Unidos, como bases militares, embajadas o instalaciones petroleras en la región, Estados Unidos se vería obligado a intervenir. Esto podría tener consecuencias devastadoras para Irán. Estados Unidos posee una poderosa fuerza militar capaz de destruir incluso los búnkeres subterráneos de Irán, y en general se considera que Irán carece de sistemas de armas capaces de igualar esa capacidad. La intervención directa de Estados Unidos tendría repercusiones internacionales que irían más allá de la región de Medio Oriente.
Otra amenaza grave es la posibilidad de que Irán bloquee el Estrecho de Ormuz. Codas Thompson enfatiza que si Irán bloquea este estrecho, por el cual transita aproximadamente el 35% del petróleo transportado por mar a nivel mundial, se produciría un impacto económico global inmediato. Dado que no hay fuentes de suministro que puedan reemplazar esta enorme cantidad de petróleo a corto plazo, los precios del petróleo se dispararían y la economía mundial se vería sumida en un caos severo. En el pasado, Irán ha amenazado con bloquear el Estrecho de Ormuz para presionar a la comunidad internacional, y si se llevara a cabo un bloqueo real, se consideraría una amenaza para la seguridad de toda la comunidad internacional.
Capacidad Militar Limitada de Irán y la Variable del Desarrollo Nuclear
La evaluación de la fuerza de misiles de Irán también es un punto a considerar. Codas Thompson estima que Irán, que el año pasado tenía alrededor de 5.000 misiles balísticos, ahora solo le quedan entre 2.000 y 3.000, y si lanzara 100 por día, solo duraría unas pocas semanas. Esto sugiere que la resistencia militar de Irán podría ser más corta de lo esperado. El envejecimiento del equipo militar de Irán y las dificultades para obtener piezas debido a las sanciones occidentales también se señalan como limitaciones de la capacidad del ejército iraní.
Sin embargo, la mayor incógnita es el programa nuclear de Irán. Si Irán logra desarrollar armas nucleares o demuestra una intención más abierta de hacerlo, esto sería una variable que podría cambiar completamente la situación. Israel considera el armamento nuclear de Irán como una "línea roja" y mantiene su postura de no dudar en tomar acciones militares para impedirlo. El desarrollo nuclear de Irán provocaría una intervención más fuerte de países occidentales como Estados Unidos y Europa, lo que amplificaría el riesgo de proliferación nuclear a nivel mundial, más allá de Medio Oriente.
En resumen, el conflicto entre Israel e Irán sigue siendo una situación de gran incertidumbre. Los pequeños enfrentamientos podrían prolongarse o escalar a una guerra regional a gran escala debido a variables impredecibles. En este último caso, se producirían enormes pérdidas económicas y humanas, incluida una crisis energética, lo que tendría un grave impacto en la seguridad y la economía globales. La comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos diplomáticos para evitar que este conflicto se extienda aún más.