WASHINGTON D.C. - El Congreso de Estados Unidos ha aprobado finalmente un proyecto de ley que endurece las penas por el tráfico de fentanilo. Esta medida, que ahora solo espera la firma del presidente Donald Trump para convertirse en ley, busca hacer frente a la crisis del abuso de fentanilo que actualmente asola a Estados Unidos.
Estados Unidos está experimentando una grave crisis de salud pública debido al fentanilo, lo que se ha traducido en un número abrumador de muertes. En 2024, más de 80,000 personas fallecieron por sobredosis de drogas, y de estas, 48,422 fueron muertes relacionadas con el fentanilo. Si bien esta cifra es una disminución en comparación con las 76,000 muertes por fentanilo del año anterior, sigue siendo un nivel grave. El fentanilo es un opioide sintético más de 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina, y una pequeña cantidad puede ser letal.
El presidente Donald Trump ha hecho de la guerra contra el fentanilo una de sus principales prioridades. La administración Trump ha culpado a Canadá y México por la propagación del fentanilo, criticando que no cooperan lo suficiente en la represión del fentanilo. Debido a esto, el presidente Trump ha tomado medidas enérgicas, como imponer aranceles a estos países vecinos. El gobierno de EE. UU. ha señalado en particular que los cárteles de la droga mexicanos están produciendo fentanilo ilegalmente utilizando precursores importados de China. Este fentanilo ilícito a menudo se mezcla con otras drogas como la metanfetamina o la cocaína, lo que puede tener consecuencias inesperadas y fatales para los usuarios.
El nombre oficial del proyecto de ley aprobado es "HALT Fentanyl Act". Este proyecto de ley fue aprobado en la Cámara de Representantes con 321 votos a favor (incluidos aproximadamente 100 demócratas) y 104 en contra. Habiendo ya sido aprobado por el Senado, ahora solo requiere la firma del presidente Trump para entrar en vigor como ley.
La nueva legislación establece una pena mínima de 10 años de prisión por traficar 100 gramos o más de fentanilo o sus análogos. Uno de los objetivos clave de este proyecto de ley es evitar que los cárteles de la droga intenten evadir la ley alterando los ingredientes cada vez que un análogo de fentanilo existente es clasificado como ilegal. Para ello, se ha incluido de forma permanente a los “análogos de fentanilo ilícitos” en la lista de sustancias de la Lista I (Schedule I). Las drogas de la Lista I son aquellas que actualmente no tienen un uso médico reconocido y tienen un alto potencial de abuso. Los análogos del fentanilo habían sido clasificados provisionalmente como drogas de la Lista I desde 2018, pero con esta ley se logra una clasificación permanente.
El líder de la minoría republicana en el Senado, el senador John Thune, señaló el jueves (hora local) que "cada año mueren más estadounidenses por sobredosis de drogas que la totalidad de las muertes en la Guerra de Vietnam", enfatizando la gravedad de la crisis del fentanilo.
Sin embargo, también ha habido muchas críticas a este proyecto de ley. La Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles y Humanos, una coalición de organizaciones civiles y de derechos humanos, declaró en un comunicado que "este proyecto de ley, en lugar de abordar verdaderamente la crisis de sobredosis, simplemente repite los errores de la 'guerra contra las drogas' que Estados Unidos ha librado desde principios de la década de 1970 bajo la presidencia de Richard Nixon". Añadieron que las disposiciones de sentencia mínima "impiden que los jueces puedan ajustar el castigo para tener en cuenta los antecedentes del acusado", señalando el problema de las sentencias uniformes.
La epidemia de opioides en Estados Unidos comenzó en la década de 1990, cuando las compañías farmacéuticas comenzaron a comercializar analgésicos recetados de forma masiva. En los últimos 20 años, más de 1 millón de estadounidenses han muerto por sobredosis de drogas, y el fentanilo se ha convertido en la principal causa de esta tragedia. Queda por ver cómo este proyecto de ley afectará la resolución de la crisis del fentanilo.
WASHINGTON D.C. - El Congreso de Estados Unidos ha aprobado finalmente un proyecto de ley que endurece las penas por el tráfico de fentanilo. Esta medida, que ahora solo espera la firma del presidente Donald Trump para convertirse en ley, busca hacer frente a la crisis del abuso de fentanilo que actualmente asola a Estados Unidos.
Estados Unidos está experimentando una grave crisis de salud pública debido al fentanilo, lo que se ha traducido en un número abrumador de muertes. En 2024, más de 80,000 personas fallecieron por sobredosis de drogas, y de estas, 48,422 fueron muertes relacionadas con el fentanilo. Si bien esta cifra es una disminución en comparación con las 76,000 muertes por fentanilo del año anterior, sigue siendo un nivel grave. El fentanilo es un opioide sintético más de 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina, y una pequeña cantidad puede ser letal.
El presidente Donald Trump ha hecho de la guerra contra el fentanilo una de sus principales prioridades. La administración Trump ha culpado a Canadá y México por la propagación del fentanilo, criticando que no cooperan lo suficiente en la represión del fentanilo. Debido a esto, el presidente Trump ha tomado medidas enérgicas, como imponer aranceles a estos países vecinos. El gobierno de EE. UU. ha señalado en particular que los cárteles de la droga mexicanos están produciendo fentanilo ilegalmente utilizando precursores importados de China. Este fentanilo ilícito a menudo se mezcla con otras drogas como la metanfetamina o la cocaína, lo que puede tener consecuencias inesperadas y fatales para los usuarios.
El nombre oficial del proyecto de ley aprobado es "HALT Fentanyl Act". Este proyecto de ley fue aprobado en la Cámara de Representantes con 321 votos a favor (incluidos aproximadamente 100 demócratas) y 104 en contra. Habiendo ya sido aprobado por el Senado, ahora solo requiere la firma del presidente Trump para entrar en vigor como ley.
La nueva legislación establece una pena mínima de 10 años de prisión por traficar 100 gramos o más de fentanilo o sus análogos. Uno de los objetivos clave de este proyecto de ley es evitar que los cárteles de la droga intenten evadir la ley alterando los ingredientes cada vez que un análogo de fentanilo existente es clasificado como ilegal. Para ello, se ha incluido de forma permanente a los “análogos de fentanilo ilícitos” en la lista de sustancias de la Lista I (Schedule I). Las drogas de la Lista I son aquellas que actualmente no tienen un uso médico reconocido y tienen un alto potencial de abuso. Los análogos del fentanilo habían sido clasificados provisionalmente como drogas de la Lista I desde 2018, pero con esta ley se logra una clasificación permanente.
El líder de la minoría republicana en el Senado, el senador John Thune, señaló el jueves (hora local) que "cada año mueren más estadounidenses por sobredosis de drogas que la totalidad de las muertes en la Guerra de Vietnam", enfatizando la gravedad de la crisis del fentanilo.
Sin embargo, también ha habido muchas críticas a este proyecto de ley. La Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles y Humanos, una coalición de organizaciones civiles y de derechos humanos, declaró en un comunicado que "este proyecto de ley, en lugar de abordar verdaderamente la crisis de sobredosis, simplemente repite los errores de la 'guerra contra las drogas' que Estados Unidos ha librado desde principios de la década de 1970 bajo la presidencia de Richard Nixon". Añadieron que las disposiciones de sentencia mínima "impiden que los jueces puedan ajustar el castigo para tener en cuenta los antecedentes del acusado", señalando el problema de las sentencias uniformes.
La epidemia de opioides en Estados Unidos comenzó en la década de 1990, cuando las compañías farmacéuticas comenzaron a comercializar analgésicos recetados de forma masiva. En los últimos 20 años, más de 1 millón de estadounidenses han muerto por sobredosis de drogas, y el fentanilo se ha convertido en la principal causa de esta tragedia. Queda por ver cómo este proyecto de ley afectará la resolución de la crisis del fentanilo.