
El presidente ruso, Vladimir Putin, parece estar intentando pasar de ser un "agresor", duramente criticado por Occidente por la invasión de Ucrania, a un "mediador de paz" en el conflicto entre Israel e Irán de la noche a la mañana. Esto se interpreta como un intento de fortalecer la posición de Rusia en la comunidad internacional y, en particular, de aprovechar su relación con el expresidente de EE. UU., Donald Trump, para obtener una ventaja en el asunto de Ucrania.
Expresión de voluntad de mediación y antecedentes estratégicos
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró el 16 de junio de 2025 que Rusia está dispuesta a ofrecer sus servicios de mediación en el conflicto entre Israel e Irán si fuera necesario. Rusia ha sido un aliado estratégico de Irán y, al mismo tiempo, ha mantenido una relación pragmática con Israel. La reciente negación de Israel de haber suministrado sistemas de misiles antiaéreos Patriot o Barak a Ucrania es una muestra de esta relación.
Este movimiento de Putin está vinculado al objetivo de buscar una solución favorable para el Kremlin en el problema de Ucrania, aprovechando su relación con el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Putin expresó su voluntad de mediación en una llamada telefónica con Trump el 4 de junio, y lo reiteró el fin de semana. Yuri Ushakov, asesor internacional del Kremlin, explicó que Putin criticó enérgicamente los ataques aéreos de Israel contra Irán, pero también abogó por una "solución político-diplomática" al problema nuclear iraní.
En las últimas semanas, Rusia ha propuesto "medidas concretas" para un acuerdo "mutuamente aceptable", como la recuperación del uranio altamente enriquecido de Irán para convertirlo en combustible para reactores civiles. El portavoz Peskov afirmó que esta propuesta sigue siendo válida, aunque Estados Unidos exige la recuperación de todo el uranio e Irán insiste en una solución dentro de los límites del acuerdo nuclear de 2015.
El expresidente Donald Trump se mostró "abierto" a que Putin forjara un acuerdo sobre el programa nuclear iraní para poner fin al conflicto actual. Putin también ha estado activo diplomáticamente, llamando al presidente iraní Masoud Pezeshkian y al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu el 13 de junio para ofrecer servicios de mediación para evitar una "escalada" en Oriente Medio.
Estrategia de 'pescar en río revuelto' y la guerra de Ucrania
Los analistas interpretan esta actitud de Putin como una estrategia de "pescar en río revuelto". Es decir, cualquier conflicto internacional podría ayudar a desviar la atención de la comunidad internacional de lo que está sucediendo en Ucrania. De hecho, parece poco probable que la cumbre del G7 apruebe sanciones económicas contra Rusia, y se espera que la próxima cumbre de la OTAN tampoco apruebe un nuevo suministro de armas a Ucrania.
Aunque el Kremlin critica los ataques de Israel, los medios de comunicación rusos independientes señalan que Putin no ha hecho nada para ayudar a Irán. Irán desempeñó un papel importante al suministrar drones a Rusia durante los dos primeros años de la guerra de Ucrania. Sin embargo, el acuerdo de asociación estratégica firmado por Putin y Pezeshkian en enero no incluye una cláusula de asistencia militar en caso de invasión, a diferencia del acuerdo firmado entre Rusia y Corea del Norte en 2024. Además, Rusia ha establecido una planta de producción de drones iraníes Shahed en la República de Tartaristán, que fue atacada por drones ucranianos el fin de semana.
Mediación iraní y la continuación de la guerra de Ucrania
Aparentemente, el objetivo final de Putin es continuar las operaciones militares en Ucrania. Las fuerzas rusas han logrado avances lentos pero significativos en el Donbás y también han logrado establecer zonas seguras en las regiones de Járkov y Sumy. Así como Israel considera a Irán una amenaza directa a su soberanía, Rusia quiere que la comunidad internacional reconozca que Ucrania también es un problema para su seguridad estratégica.
Washington también está contribuyendo indirectamente a esta postura rusa. La semana pasada, el secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, anunció que reduciría la ayuda militar a Ucrania en el próximo presupuesto, argumentando que las fuerzas armadas estadounidenses deben ser la máxima prioridad. Declaró ante el Congreso de EE. UU.: "Esta administración tiene una visión muy diferente de ese conflicto. Creemos que una solución negociada y pacífica es lo mejor para ambas partes y para nuestro país".
Además, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, criticó recientemente que Washington enviaría 20.000 misiles acordados con la administración de Joe Biden a Oriente Medio en lugar de a Kiev. El conflicto de Oriente Medio también ha servido para neutralizar temporalmente los planes europeos de reducir el precio máximo del petróleo ruso de 60 a 45 dólares por barril. El Kremlin no pareció preocuparse demasiado por el plan de la Unión Europea, pero el aumento del precio del crudo Brent de 63 a 75 dólares por barril en unos pocos días beneficiará a la economía rusa.
En conclusión, el intento del presidente Putin de mediar entre Israel e Irán puede interpretarse como parte de una estrategia multifacética para aliviar el aislamiento internacional de Rusia y ganar una posición ventajosa en la guerra de Ucrania, más allá del mero pretexto de la paz en Oriente Medio. Esto es una muestra de la complejidad de la dinámica internacional y de la interconexión de los intereses de cada país.
El presidente ruso, Vladimir Putin, parece estar intentando pasar de ser un "agresor", duramente criticado por Occidente por la invasión de Ucrania, a un "mediador de paz" en el conflicto entre Israel e Irán de la noche a la mañana. Esto se interpreta como un intento de fortalecer la posición de Rusia en la comunidad internacional y, en particular, de aprovechar su relación con el expresidente de EE. UU., Donald Trump, para obtener una ventaja en el asunto de Ucrania.
Expresión de voluntad de mediación y antecedentes estratégicos
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró el 16 de junio de 2025 que Rusia está dispuesta a ofrecer sus servicios de mediación en el conflicto entre Israel e Irán si fuera necesario. Rusia ha sido un aliado estratégico de Irán y, al mismo tiempo, ha mantenido una relación pragmática con Israel. La reciente negación de Israel de haber suministrado sistemas de misiles antiaéreos Patriot o Barak a Ucrania es una muestra de esta relación.
Este movimiento de Putin está vinculado al objetivo de buscar una solución favorable para el Kremlin en el problema de Ucrania, aprovechando su relación con el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Putin expresó su voluntad de mediación en una llamada telefónica con Trump el 4 de junio, y lo reiteró el fin de semana. Yuri Ushakov, asesor internacional del Kremlin, explicó que Putin criticó enérgicamente los ataques aéreos de Israel contra Irán, pero también abogó por una "solución político-diplomática" al problema nuclear iraní.
En las últimas semanas, Rusia ha propuesto "medidas concretas" para un acuerdo "mutuamente aceptable", como la recuperación del uranio altamente enriquecido de Irán para convertirlo en combustible para reactores civiles. El portavoz Peskov afirmó que esta propuesta sigue siendo válida, aunque Estados Unidos exige la recuperación de todo el uranio e Irán insiste en una solución dentro de los límites del acuerdo nuclear de 2015.
El expresidente Donald Trump se mostró "abierto" a que Putin forjara un acuerdo sobre el programa nuclear iraní para poner fin al conflicto actual. Putin también ha estado activo diplomáticamente, llamando al presidente iraní Masoud Pezeshkian y al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu el 13 de junio para ofrecer servicios de mediación para evitar una "escalada" en Oriente Medio.
Estrategia de 'pescar en río revuelto' y la guerra de Ucrania
Los analistas interpretan esta actitud de Putin como una estrategia de "pescar en río revuelto". Es decir, cualquier conflicto internacional podría ayudar a desviar la atención de la comunidad internacional de lo que está sucediendo en Ucrania. De hecho, parece poco probable que la cumbre del G7 apruebe sanciones económicas contra Rusia, y se espera que la próxima cumbre de la OTAN tampoco apruebe un nuevo suministro de armas a Ucrania.
Aunque el Kremlin critica los ataques de Israel, los medios de comunicación rusos independientes señalan que Putin no ha hecho nada para ayudar a Irán. Irán desempeñó un papel importante al suministrar drones a Rusia durante los dos primeros años de la guerra de Ucrania. Sin embargo, el acuerdo de asociación estratégica firmado por Putin y Pezeshkian en enero no incluye una cláusula de asistencia militar en caso de invasión, a diferencia del acuerdo firmado entre Rusia y Corea del Norte en 2024. Además, Rusia ha establecido una planta de producción de drones iraníes Shahed en la República de Tartaristán, que fue atacada por drones ucranianos el fin de semana.
Mediación iraní y la continuación de la guerra de Ucrania
Aparentemente, el objetivo final de Putin es continuar las operaciones militares en Ucrania. Las fuerzas rusas han logrado avances lentos pero significativos en el Donbás y también han logrado establecer zonas seguras en las regiones de Járkov y Sumy. Así como Israel considera a Irán una amenaza directa a su soberanía, Rusia quiere que la comunidad internacional reconozca que Ucrania también es un problema para su seguridad estratégica.
Washington también está contribuyendo indirectamente a esta postura rusa. La semana pasada, el secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, anunció que reduciría la ayuda militar a Ucrania en el próximo presupuesto, argumentando que las fuerzas armadas estadounidenses deben ser la máxima prioridad. Declaró ante el Congreso de EE. UU.: "Esta administración tiene una visión muy diferente de ese conflicto. Creemos que una solución negociada y pacífica es lo mejor para ambas partes y para nuestro país".
Además, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, criticó recientemente que Washington enviaría 20.000 misiles acordados con la administración de Joe Biden a Oriente Medio en lugar de a Kiev. El conflicto de Oriente Medio también ha servido para neutralizar temporalmente los planes europeos de reducir el precio máximo del petróleo ruso de 60 a 45 dólares por barril. El Kremlin no pareció preocuparse demasiado por el plan de la Unión Europea, pero el aumento del precio del crudo Brent de 63 a 75 dólares por barril en unos pocos días beneficiará a la economía rusa.
En conclusión, el intento del presidente Putin de mediar entre Israel e Irán puede interpretarse como parte de una estrategia multifacética para aliviar el aislamiento internacional de Rusia y ganar una posición ventajosa en la guerra de Ucrania, más allá del mero pretexto de la paz en Oriente Medio. Esto es una muestra de la complejidad de la dinámica internacional y de la interconexión de los intereses de cada país.