
El kintsugi, una antigua técnica japonesa de reparación de cerámica, va más allá de simplemente unir fragmentos rotos. En su esencia, encapsula una filosofía que eleva la imperfección a la categoría de belleza. Al rellenar las grietas con oro, plata o platino, se realza la huella del daño, transformando la pieza en una obra de arte con una historia única.
Kintsugi, que significa "unión con oro", es una técnica tradicional japonesa que consiste en reparar la cerámica uniendo fragmentos con laca mezclada con polvo de oro, plata o platino. En lugar de ocultar las grietas, las resalta, como si fueran las anillos de crecimiento de un árbol, revelando la historia del objeto.
Dennis Yakovo, experto en kintsugi, afirma que "el kintsugi trasciende una mera técnica estética y posee un significado filosófico que refleja las heridas de nuestra vida".
Originado en el siglo XV, el kintsugi refleja la mentalidad japonesa de valorar y reparar objetos rotos en lugar de desecharlos. Las grietas reparadas con oro simbolizan no solo el daño, sino también la pérdida, la recuperación y la resiliencia.
En una sociedad contemporánea que busca la perfección, el kintsugi transmite un mensaje poderoso: aceptar la imperfección y enriquecerse a través de ella. Al igual que una pieza de cerámica reparada se vuelve más valiosa y única, nuestras heridas pueden fortalecernos y hacernos más sabios.
La filosofía del kintsugi nos invita a no avergonzarnos de nuestras heridas físicas y emocionales. Nos recuerda que las heridas son parte de nuestra vida y que pueden albergar una belleza inesperada. El kintsugi nos ofrece la esperanza de renacer de las fracturas, de convertirnos en seres más completos, auténticos y hermosos.
El próximo 7 de diciembre, el Centro Cultural Granel organizará un taller de arteterapia kintsugi titulado "Cicatrices doradas". Este taller brindará la oportunidad de reflexionar sobre los asuntos pendientes del año y, a través de la técnica del kintsugi, crear una obra propia y encontrar sanación.
Los participantes podrán experimentar la técnica del kintsugi, disfrutar de un brunch y recibir un certificado. No se requiere experiencia previa y el taller ofrece un espacio creativo para la introspección personal.
Para inscribirse, pueden comunicarse a través de las redes sociales del Centro Cultural Granel.
El kintsugi, una antigua técnica japonesa de reparación de cerámica, va más allá de simplemente unir fragmentos rotos. En su esencia, encapsula una filosofía que eleva la imperfección a la categoría de belleza. Al rellenar las grietas con oro, plata o platino, se realza la huella del daño, transformando la pieza en una obra de arte con una historia única.
Kintsugi, que significa "unión con oro", es una técnica tradicional japonesa que consiste en reparar la cerámica uniendo fragmentos con laca mezclada con polvo de oro, plata o platino. En lugar de ocultar las grietas, las resalta, como si fueran las anillos de crecimiento de un árbol, revelando la historia del objeto.
Dennis Yakovo, experto en kintsugi, afirma que "el kintsugi trasciende una mera técnica estética y posee un significado filosófico que refleja las heridas de nuestra vida".
Originado en el siglo XV, el kintsugi refleja la mentalidad japonesa de valorar y reparar objetos rotos en lugar de desecharlos. Las grietas reparadas con oro simbolizan no solo el daño, sino también la pérdida, la recuperación y la resiliencia.
En una sociedad contemporánea que busca la perfección, el kintsugi transmite un mensaje poderoso: aceptar la imperfección y enriquecerse a través de ella. Al igual que una pieza de cerámica reparada se vuelve más valiosa y única, nuestras heridas pueden fortalecernos y hacernos más sabios.
La filosofía del kintsugi nos invita a no avergonzarnos de nuestras heridas físicas y emocionales. Nos recuerda que las heridas son parte de nuestra vida y que pueden albergar una belleza inesperada. El kintsugi nos ofrece la esperanza de renacer de las fracturas, de convertirnos en seres más completos, auténticos y hermosos.
El próximo 7 de diciembre, el Centro Cultural Granel organizará un taller de arteterapia kintsugi titulado "Cicatrices doradas". Este taller brindará la oportunidad de reflexionar sobre los asuntos pendientes del año y, a través de la técnica del kintsugi, crear una obra propia y encontrar sanación.
Los participantes podrán experimentar la técnica del kintsugi, disfrutar de un brunch y recibir un certificado. No se requiere experiencia previa y el taller ofrece un espacio creativo para la introspección personal.
Para inscribirse, pueden comunicarse a través de las redes sociales del Centro Cultural Granel.